Los icónicos triangulitos de queso fundido nacen en 1897, en Alemania. Años más tarde, en 1959, los quesitos Adler comienzan a elaborarse en la planta de San Jerónimo, provincia de Santa Fe. Desde entonces, la receta original alemana, se combina con la materia prima de Argentina y los mejores quesos del país, ampliando el portfolio a múltiples presentaciones y sabores, para picar, salsear, dipear, untar y disfrutar sin parar.

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